Resumen: El año 1880 se constituye la sociedad comanditaria Echeverria, Echave y Compañía, entre cuatro socios, para la elaboración y venta de cemento hidráulico, en el lugar denominado Auspandegi, en el término municipal de Zestoa. Cinco años más tarde deciden construir una nueva fábrica en Txiriboga, dando entrada a nuevos socios creando Echeverria y Compañía, para más tarde transformarse, primero en Echeverria, Castillo y Compañía y después en Cementos Zumaya y Electricidad, S.A. tras adquirir la fábrica de Iraeta, de Corta y Compañía. En los años 40 y 50 del siglo XX se produjeron algunos cambios con la entrada sucesiva de Fidel Gurruchaga y Galo Fdz. Aldana, en la última fase de la fábrica de Txiriboga.
Historia:
Con el antecedente de la fábrica de cal hidráulica de Melitón Iceta, en Aizarnazabal, de la que hay referencias el año 1859 y que se encontraba paralizada el año 1869, fue el 4 de octubre de 1880 cuando José Vicente Echeverria Ostolaza, estanquero, vecino de Aizarnazabal, Miguel Echave Ibarguren, natural del barrio de Artadi, de Zumaia, Luis Castillo Uribarri, comerciante, de Bilbao, y Domingo Azcue Gogorza, confitero, de Zestoa, crearon la sociedad comanditaria Echeverria, Echave y Compañía para la elaboración y venta de cemento hidráulico. Cada socio ostentaba el 25% del capital, ocupando Miguel Echave el cargo de gerente. En marzo de 1882 entra como socio Francisco Larribiere, comerciante, vecino de Baiona, al que Echeverria y Azcue ceden cada uno el 5% de su participación. Al fallecer Miguel Echave, en 1884, le sustituye su hija Basilia Echave Ecenarro, menor de edad, siendo representada por su tutor José María Echave Ibarguren. La fábrica se estableció en Auspandegi, en la margen derecha del rio Urola, en el término municipal de Zestoa, colindante con Aizarnazabal.
El 6 de marzo de 1885, con el objeto de “dedicarse en mayor escala” a la fabricación de cemento, deciden construir otra fábrica de nueva planta en Txiriboga, cerca de Auspandegi y formar una nueva sociedad, bajo la denominación Echeverria y Compañía, también sociedad comanditaria, con una duración de diez años. Para ello entraron Vicente Uranga Azpiazu, contratista, de Zarautz y Ascensio Lizaso Otamendi, labrador, de Zestoa, como nuevos socios y por haber fallecido Francisco Larribiere fue sustituido por su viuda e hijo. El capital social asciende a 350.000 pesetas distribuido de la forma siguiente: Luis Castillo el 22,50%, José Vicente Echeverria el 18%, Domingo Azcue el 18%, Vicente Uranga el 7%, Ascensio Lizaso el 3%, la Vda. de Larribiere y su hijo Nicolás Larribiere el 9%, y Basilia Echave el 22,50%. El único socio designado para tener el cargo de la administración y dirección de la compañía, y el uso de la firma fue José Vicente Echeverria.
Las fábricas recibieron las denominaciones “Verónica” y “Concepción”. Dichas denominaciones debieron estar inspiradas en los nombres de la hija mayor y de la esposa de Echeverria, que se llamaban Francisca Ventura y Manuela Concepción respectivamente.
Finalizado el plazo de duración de diez años de la sociedad, el año 1897 formaron una nueva, también comanditaria, manteniendo la misma razón social, Echeverria y Compañía, con domicilio en Aizarnazabal, y los mismos socios de antes, excepto Francisco Larribiere, por fallecimiento, a quien sustituyen su viuda María Mora Lagoneyte y su hijo Nicolás Larribiere, estando la menor, Basilia Echave, representada por Pedro Ignacio Aizpurua Buenechea, de Zumaia, como apoderado del Consejo de familia. Esta vez, la administración y la dirección de la compañía, así como el uso de la firma de la empresa, recayó en los señores Echeverria, Azcue y Uranga.
Pero no terminaron aquí los cambios societarios, pues el año 1912 se transforma en Echeverria, Castillo y Compañía, con un capital de 322.000 pesetas, siendo socios Julián Echeverria Echave (hijo de José Vicente) con el 2% del capital, Concepción Echave (su madre) con el 12%, las hermanas aquel Margarita y Josefa Antonia con el 2% cada una, Luis Castillo Gogorza y sus nueve hermanos 22,50%, Domingo Azcue 18%, Miguel Uranga 5%, José Antonio Uranga 5%, Basilia Echave 22,50% y Nicolás Larribiere y su madre Juana Mora 9%. Son nombrados socios colectivos Julián Echeverria, Luis Castillo y Miguel Uranga. Los edificios de la sociedad se hallan levantadas en el molino de Txiriboga, propiedad de Andrés Arteaga Silva, Marqués de Valmediano.
Mas tarde, antes de finales de 1922, tras adquirir la fábrica de Iraeta, de Corta y Compañía, se convierte en Cementos Zumaya y Electricidad, S.A. Dicha denominación, muy probablemente, obedece a los dos negocios de la empresa: la fabricación de cemento y la producción de electricidad. El año 1940, tenía su domicilio social en Zarautz, debido a que los responsables de la sociedad residían allí, y su capital social ascendía a 815.571,47 pesetas.
En esa época, la fábrica de cemento y la central eléctrica de Txiriboga, así como los terrenos adyacentes, que eran propiedad de Joaquín Arteaga Echagüe, Duque del Infantado, estaban cedidos en arrendamiento a Cementos Zumaya y Electricidad, S.A. Al concluir el contrato, el 31 de diciembre de 1944, la sociedad deja dicha fábrica, continuando con la de Iraeta, siendo Fidel Gurruchaga Echeverria el que toma en arriendo la fábrica de Txiriboga, a partir del 1 de enero de 1945.
Tres o cuatro años más tarde, a Gurruchaga le sucede Galo Fernández Aldana, vinculado a Cementos Alberdi, S.A., de Arroa-behea, girando el negocio bajo el nombre de “Cementos Aldana”, cesando la actividad a principios de la década de los 60.
Cementos Zumaya y Electricidad S.A. mantuvo la fabricación de cemento en Iraeta hasta el año 1965.
Características y producción:
Comienzan sus actividades en la fábrica de Auspandegi, ubicada en la margen derecha del rio Urola, al igual que la segunda fábrica de Txiriboga, construída el año 1885 para ampliar la capacidad de producción. Esta última, se instaló aprovechando la infraestructura de un antiguo molino. A ello se refería Serapio Mugica en su “Geografía de Guipuzcoa” (1918) cuando decía “(…) al pasar por Chiriboga, en donde hay casa solariega que produjo no pocos hombres ilustres, y molino convertido hoy en fábrica de cemento (…)”.
En un artículo periodístico, del año 1892, bajo el título “Industria guipuzcoana”, se aportan unos datos e información interesantes de las fábricas “Ventura” y “Concepción”:
“Distante siete kilómetros del puerto de Zumaya, existen dos fábricas de cemento de cal hidráulica, conocidas por los nombres de Chiriboya y Auspandegui; éstas se hallan separadas por una distancia de un kilómetro próximamente.
Elaboran diariamente entre ambas unas cincuenta toneladas de cal hidráulica, siendo susceptibles de poder alcanzar la cifra de 80. Hallan ocupación constante en ellas unos 120 obreros.
Tienen hornos suficientes para calcinar todo cuanto pueden moler cuatro juegos de piedras verticales del tamaño de 1,70 metros de altura por 0,60 de ancho; muévense éstas por medio de turbinas combinadas por un salto de agua de 6 metros de alto, desarrollando una fuerza de 70 a 80 caballos.
Cuentan con sus propias minas de un excelente lignito, y que tan solamente distan de las mismas unos tres kilómetros. El transporte de este mineral se hace por medio de un tranvía aéreo movido por el impulso del mismo salto de agua mencionado, siendo conducido por este medio y directamente desde la misma mina hasta la boca de los hornos de ambas fábricas.”
(…)Tienen a su disposición varios buques de vela para cumplimentar más rápidamente las expediciones de este artículo (…)
Se refería a las fábricas de Echeverria y Compañía, y está claro que el autor quería decir Txiriboga y no Chiriboya. También informaba de que la empresa fue premiada con la medalla de plata en la exposición de Burdeos. Hay que señalar que dos de los buques que poseían eran los pailebotes “San José” y “Fortunata”.
Esta sociedad incluía las centrales eléctricas de Altunatxiki y Echave, de Aizarnazabal, una de las cuales existía ya en 1896, cuando obtuvieron autorización para derivar, del rio Urola, 1.500 litros de agua por segundo, para “aprovecharlos como fuerza motriz en la producción de energía eléctrica transportable por cables aéreos a sus fábricas de cemento y a los pueblos inmediatos que la soliciten”.
Utilizaron varias canteras, tomadas en arriendo, en Aizarnazabal, para la extracción de piedra caliza hidráulica o marga para fabricar el cemento. Una de ellas de José María Echeverria Echaniz, el año 1884, en el paraje llamado “Aldapeta” para la (…) fábrica de Auspandegui o a cualquier otra que en lo sucesivo montara el arrendatario (…). Otra del Duque de Granada de Ega, el año 1887, en terrenos del caserío “Amilibia-haundi”. Y al menos una tercera en las proximidades del caserío Buskandegi, en Iraeta.
El lignito necesario para la calcinación de la marga procedía de las minas San Juan Bautista, Victoria, Santo Domingo, San Mamerto, Santa Cruz y Petardo. El año 1883 establecieron un convenio con Olave y Compañía, sociedad que explotaba la fábrica de Oikia, para compartir la línea aérea propiedad de dicha sociedad, y transportar el lignito desde Aizarna hasta Txiriboga.
El año 1908, disponía de cinco hornos y dos pares de ruedas de molino, junto con dos molinos de tipo Morel. Para mover las ruedas de molino utilizaban la fuerza del agua y dos motores eléctricos de 60 y 50 CV respectivamente. Tenía una capacidad de producción de 14.000 toneladas al año. El transporte del cemento desde Txiriboga a Zumaia se realizaba en gabarras a través del rio Urola.
Esta fábrica participó en diferentes sociedades que se formaron, con fines comerciales, a lo largo del tiempo, entre los fabricantes del cemento “Zumaya”. Ya en 1888, Echeverría y Compañía, con sus fábricas “Ventura” y “Concepción” figura entre las fundadoras del “Sindicato de Cementos rápidos de Zumaya”, posteriormente, en 1915, en el reconstituido sindicato del mismo nombre y en 1922 en la creación de Cementos de Zumaya, S.A. También fue miembro de la “Unión para Envases” creada por los fabricantes y distribuidores de cemento, antes del año 1900, para la gestión de devolución de los sacos de cemento.
Echeverría y Compañía, con sus fábricas “Ventura” y “Concepción” figura entre las fundadoras del “Sindicato de Cementos rápidos de Zumaya”, posteriormente, en 1915, en el reconstituido sindicato del mismo nombre y en 1922 en la creación de Cementos de Zumaya, S.A. También fue miembro de la “Unión para Envases” creada por los fabricantes y distribuidores de cemento, antes del año 1900, para la gestión de devolución de los sacos de cemento.
Los siguientes datos son referentes a la producción de las fábricas de la sociedad:
Año |
1904 |
1907 |
1910 |
1913 |
1916 |
1929 |
1930 |
Toneladas |
7.669 |
8.556 |
7.215 |
8.220 |
5.270 |
8.000* |
6.619* |
* Incluída la fábrica de Iraeta.
El cemento natural producido por esta empresa era diferenciado con la denominación “Echeverria”, que se mantuvo en el tiempo, como se puede observar en un documento del año 1960.
Cabe reseñar la visita realizada por un ingeniero de la Delegación de Industria, el 10 de setiembre de 1954, a la fábrica de Txiriboga para inspeccionar la puesta en práctica de la patente de invención de un procedimiento de cocción de clinker para aglomerantes aéreos e hidráulicos en horno fijo de parrilla, dando con lo visto por suficientemente acreditada la misma. La solicitud de la patente fue presentada el 20 de marzo de 1951, a nombre de José Antonio Polanco Fernández y Galo Fernández Aldana, ambos vinculados a Cementos Alberdi, S.A. El clinker producido en este horno era transportado a dicha fábrica de Arroa para la fabricación de cemento de tipo Portland.