Resumen: El astillero de Francisco Querejeta e Hijos fue, probablemente, de los más importantes de Zumaia durante la segunda década del siglo XX. En sus gradas de Arrangoleta se botaron los barcos más grandes de la época. Francisco Querejeta era natural del barrio Aratz-erreka de Azpeitia. El desarrollo de su actividad industrial en Zumaia se extendió desde 1897-98 hasta 1920. Año en el que crearon, junto a Carmelo Loinaz, la sociedad “Danok-bat” que fue disuelta dos años más tarde, vendiendo los bienes a María Alcorta Lizaso, la cual se dedicó a la fabricación de muebles. Los hijos de Francisco retomaron, en 1941, la construcción de barcos, aunque por un breve periodo.
Historia: José Francisco Querejeta Querejeta, nació en el barrio Aratz-erreka de Azpeitia, el año 1866 y contrajo matrimonio con Petra Egaña Martija, en Zumaia. La primera referencia sobre esta empresa aparece en un censo de la industria de Zumaia de 1897-98, donde figura como carpintero,[i] con posterioridad figura como Francisco Querejeta e Hijos, al incorporar a José Manuel y Segundo Querejeta Egaña, hijos de Francisco.
Estos astilleros, junto a los Astilleros del Urola, de Eraso y Compañía, fueron de los principales de Zumaia durante la segunda década del siglo XX. En sus gradas de Arrangoleta se botaron los barcos más grandes de la época. En la Matrícula Industrial de Gipuzkoa de 1920 Francisco Querejeta e Hijos figura entre las bajas.[ii]
Fue entre los años 1918-1919 cuando la actividad del astillero alcanzó su apogeo, entrando a continuación en una fase de serias dificultades. Es entonces cuando Carmelo Loinaz Galarraga, ebanista, natural de Azpeitia y afincado en Zumaia, desde que vino a trabajar al astillero en 1918, tuvo un protagonismo especial. Así, el año 1920, crea, junto a Francisco y Segundo Querejeta una sociedad denominada “Danok-bat”, que apenas duró un par de años. Loinaz terminó haciéndose con la propiedad de los terrenos e instalaciones del astillero para terminar vendiéndolos a María Alcorta Lizaso. Ésta acometió la fabricación de muebles junto con Segundo Querejeta, que sería su esposo, creando una nueva empresa bajo la denominación “M. Alcorta de Querejeta”.
Entre los años 1928 y 1933, las instalaciones de estos astilleros fueron utilizados primero por Balenciaga, S.A. y luego por La Constructora Metálica, S.L. Tras la guerra civil, Segundo Querejeta reanuda la actividad de los astilleros, solicitando para ello al Ayuntamiento, el 14 de marzo de 1941, el oportuno permiso de apertura de sus talleres de Arrangoleta. No obstante haberle sido concedido tuvo que desistir de continuar después de construir algunos barcos, al retirársele la autorización debido a las quejas de los vecinos y de los propietarios de los terrenos colindantes.
Características y producción: Este astillero construyó catorce veleros, con un total de 27,36 toneladas, en 1911.[iii] El mes de septiembre de 1915, cuando estaba preparando las instalaciones del astillero en el Ensanche de Arrangoleta, solicitó autorización al Ayuntamiento para extraer 200 m3 de lodo y verterlos en la marisma de Arbustain, y dos años más tarde volvió a dirigirse al Consistorio para pedirle que reparara el Camino del Faro, porque su mal estado le dificultaba el acceso al astillero.[iv]
Periodo de expansión
Ante la previsión de un gran aumento de la carga de trabajo, en 1917, tomaron en arriendo más terrenos en el Ensanche de Arrangoleta: las parcelas 1 y 6 de la manzana E y las parcelas 2, 3, 4, 5 y 6 de la manzana D. Pero poco más tarde ante la necesidad de atender el “(…) encargo de construir dos buques de dimensiones bastante regulares (…)” Francisco Querejeta e Hijos solicitan al Ayuntamiento la concesión “(…) por dos años y en arriendo, terreno suficiente en el relleno de Arrangoleta, en el espacio existente entre el frente del chalet de D. Vicente Larrinaga y el Matadero (…)” El Ayuntamiento acuerda conceder permiso “con objeto de dar facilidades a la industria de ésta localidad”, pero no en el terreno solicitado porque “dichos terrenos han de ser objeto de venta en ese intervalo”, sino “cerca de la chabola llamada Fundición de D. José Agustín Arbillaga” y pide a los Querejeta que concreten “la superficie que desean arrendar, acompañado de plano”. En la reunión del consistorio del 8 de junio, a la vista de que las obras que pretende realizar Querejeta ocuparán 1.380 m2, acuerdan cobrar “14,50 céntimos por metro cuadrado”.[v]
Posteriormente, Franscisco Querejeta y sus hijos José Manuel y Segundo adquirieron, conjuntamente, en subasta pública, 2.539,11 m2 de terrenos (solar 6 de la manzana C, toda manzana D y los solares 1, 2, 6 y 7 de la manzana E) por un valor de 18.851,07 pesetas, formalizando la compraventa en escritura pública el 31 de diciembre de 1918, ante el notario de Zumaia Fermín San Julian.[vi]
Por ello, tuvieron que buscar recursos ajenos, obteniendo un préstamo de 20.000 pesetas, concedido por el pintor Ignacio Zuloaga, ofreciendo los terrenos como garantía hipotecaria, según consta en otra escritura del 31 de diciembre de 1918. [vii]
Asimismo, los Querejeta se vieron en la necesidad de contratar maestros carpinteros. El 28 de marzo de 1918 firmaron un contrato con tres carpinteros de Mutriku, Francisco Ramón Astigarraga, y los hermanos Gregorio y José Mª Iparragirre, para venir a Zumaia cinco meses más tarde, para la construcción de dos cascos de 200 toneladas cada uno, en un plazo de cuatro meses cada casco, con una retribución de siete pesetas por día de trabajo.[viii] Igualmente, el mismo año incorporaron a la plantilla a Carmelo Loinaz Galarraga, ebanista, natural de Azpeitia, que había trabajado en dos afamadas organerías de dicha villa y que tendría gran relevancia en los siguientes años del astillero.
Los dos buques antes citados fueron encargados por Ramón Echevarria Pinuaga, director del diario ‘El Noticiero Bilbaino’. El primero, el barco velero “Ramonchu”, mediante escritura ante notario del 14 de julio de 1917, para construirlo según planos “suscritos por el técnico Pedro Andonegui”, en un plazo de seis meses, calafateado, pintado y con la arboladura montada.[ix]
El velero, de 475 toneladas, 33 m. de eslora, 8,25 m. de manga y 4,25 m. de puntal fue botado al agua el 14 de marzo de 1918. “Es el barco más grande construido hasta la fecha en Guipúzcoa”, según la crónica del citado periódico. Aparejado de pailebote con tres palos y llevará dos motores auxiliares de seis cilindros a cuatro tiempos de 50 H.P. que funcionan indistintamente con gasolina, benzol, petróleo y alcohol, construidos en la afamada casa de Yeregui y Compañía, de Zumaya”. También se informa, en la crónica, de la asistencia de las autoridades municipales al acto de la botadura, junto a numerosos invitados, que luego fueron obsequiados con un banquete en el Hotel Beguiristain –más tarde Hotel Central y tras la Guerra del 36 convertido en cuartel de la Guardia Civil- y añadía “En los Astilleros de los señores Querejeta se colocará uno de estos días la quilla de otro barco de 800 toneladas de carga para la misma casa armadora.”[x] El coste total del buque con todos los pertrechos ascendió a 250.000 pesetas.
En una revista madrileña, en una crónica sobre ‘La construcción naval en Zumaya” al informar de la botadura del Ramonchu, entre otras cosas se decía: “Los Sres. Querejeta e Hijos hasta hace muy poco únicamente construían lanchas, y a lo sumo traineras; pero a principios del año pasado llegó por allí una goleta con la quilla resentida, y hubo que ponerle una nueva y de eso vino a dimanar que los señores Querejeta se resolviesen a aceptar encargos como el del Sr. Echevarria, construyendo para atender a ellos un astillero dotado de la maquinaria necesaria, movida por energía eléctrica.”[xi]
Es de mencionar, que a los pocos meses de la botadura del “Ramonchu”, sus dos motores fueron llevados a los talleres de Yeregui y Compañía para realizar algunos retoques. Con fecha 25 de octubre de 1918, el motorista del barco, Ramón Sanz del Rio, vecino de Zumaia, se encargó de retornar dichos motores al barco, con el permiso de la citada Compañía.[xii]
La vida del ‘Ramonchu’ fue breve, pues se hundió en su primer viaje. La noche del 19 al 20 de diciembre de 1918, sobre Las Quebrantas, frente a Santander, muriendo ahogados el capitán don Juan José Goicoechea de veintiseis años y otros seis hombres, salvándose dos a nado.[xiii] A las pocas semanas, numerosos restos del velero aparecieron el 9 de enero en la playa de Santander.[xiv]
El segundo de los encargos de Ramón Echevarria se plasmó en un contrato privado del 15 de setiembre de 1917, posteriormente elevado a escritura pública ante notario el 10 de abril de 1918, para construir en un plazo de siete meses un barco velero.[xv] El nuevo barco de 750 toneladas de carga, fue botado el 6 de diciembre de este año, con el nombre de ‘José Mari’, que sería equipado con dos motores de combustión interna, construidos en los talleres Yeregui y Compañía, con 180 caballos de potencia, que dotando al barco de una velocidad aproximada de siete y media millas. El aparejo, de pailebote, con tres palos de acero[xvi], tenía 40 metros de eslora, 8,80 de manga y 4,50 de puntal. Desgraciadamente, el ‘Jose Mari’ tuvo la misma mala suerte que el Ramonchu, pues también se hundió en su primer viaje, probablemente en la segunda mitad del año 1919, aunque no se conoce la fecha exacta ni el lugar del hundimiento. Pero si sabemos que se ahogaron todos los tripulantes menos el maquinista, llamado Ramón y que vivía en Zumaia.[xvii] Dicho Ramón sería, muy probablemente, Ramón Sanz del Rio, maquinista que fue del “Ramonchu”.
En una fotografía, de la botadura del velero Anetxu’, de 300 toneladas, que aparece en una revista, fue efectuada el 29 de diciembre de 1918, en Zumaia, en los astilleros de Querejeta.[xviii]
El mes de febrero de 1919 es botado en Zarautz el barco ‘Larrabeiti nº 1’, de 420 toneladas. ‘”El barco ha sido conducido a Zumaya, en donde serán ultimados pequeños detalles por los constructores Sres. Querejeta e Hijos. Después será remolcado hasta Pasajes, en cuyo puerto será montada la maquinaria que se hallan construyendo en Gijón los Sres. Bello e Hijo de dicha localidad”.[xix]
Los medios de producción que disponían eran los siguientes: una tejavana de 300 m2; una tejavana de 144 m2; una regruesadora; una sierra de 1,10 m. de diámetro y dos carros; una sierra de 0,90 m. de diámetro; un motor de 5,50 H.P.; un torno para madera; una máquina para afilar cuchillas; un esmeril con dos piedras; una transmisión; una báscula; cuatro sierras de mano; una fragua; dos perforadoras eléctricas.[xx]
El declive
Después de la intensa actividad desarrollada entre 1918 y 1919, la empresa entró en un serio declive debido a problemas económicos, desembocando en una situación de quiebra. Es ahora cuando toma protagonismo el antes citado Carmelo Loinaz adquiriendo el 22 de marzo de 1920 los terrenos que los Querejeta poseían en Arrangoleta, al precio de 20.000 pesetas.
Siete días más tarde, funda la sociedad “Danok-bat” junto con Francisco Querejeta y su hijo Segundo Querejeta, teniendo por objeto “la construcción de barcos y todo cuanto sea similar”. El capital social ascendía a 40.000 pesetas representadas por las tejavanas, mercaderías, maquinaria e instrumentos que constituían los astilleros y los terrenos sobre los que se asientan y que fueron comprados previamente por Carmelo Loinaz a Francisco Querejeta y sus hijos José Manuel y Segundo.[xxi]
El 12 de julio de 1920, Carmelo Loinaz obtiene un préstamo de 20.000 pesetas concedido por José Ajuria, médico titular de Zumaia y poco más tarde seria gerente de S.A. Balenciaga, por un plazo de seis meses, hipotecando los terrenos y las instalaciones del astillero.[xxii]
Desconocemos la actividad desarrollada por la sociedad “Danok-bat”, pero a los dos años de su constitución Carmelo Loinaz inicia una serie de operaciones orientadas a su disolución y a la venta de activos.
El 12 de enero de 1922 levanta la hipoteca del préstamo del pintor Zuloaga con el correspondiente pago de 20.000 pesetas.[xxiii]
Como muestra de las penurias económicas que padecieron los Querejeta, son las diversas cantidades de dinero que fue entregándoles Ignacio Zuloaga, a Francisco Querejeta y su hijo Segundo, en calidad de préstamo, “para atender a las necesidades de la familia y del trabajo”, hasta alcanzar la suma de 2.408,65 pesetas. Con el objeto de saldar la deuda, los Querejeta, se comprometen, ante notario, el 12 de enero de 1922, a pagar dicha suma “en trabajos u obra de carpintería que tenga a bien encargarles el señor Zuloaga”, hasta que hayan saldado la deuda.[xxiv]
El 22 de marzo de 1922, Loinaz compra a Agustín Lazcano Sorazu, vecino de Zumaia, las tejavanas, maquinaría, herramental, etc., del astillero, que éste había adquirido en pública subasta el 21 de febrero del mismo año y tomado en posesión el 16 de marzo de 1922. El precio de compra fue de 25.000 pesetas, de las que 21.000 fueron pagadas por el señor Loinaz al señor Lazcano y las 4.000 pesetas restantes a pagar en el plazo de un año.[xxv]
El 17 de mayo de 1922, Carmelo Loinaz liquida la deuda que mantenía con José Ajuria, cancelando la hipoteca, previo pago, de 20.000 pesetas.[xxvi]
El penúltimo paso fue el de disolver la sociedad “Danok-bat”, en la misma fecha anterior, quedando en manos de Carmelo Loinaz los terrenos de Arrangoleta y las instalaciones del astillero.[xxvii]
Por último, y el mismo día, Carmelo Loinaz vendió los citados bienes a María Alcorta Lizaso, vecina de Zumaia, soltera en aquel momento y poco más tarde esposa de Segundo Querejeta, por un importe de 20.000 pesetas.[xxviii] Después surgió la fábrica de muebles “M. Alcorta de Querejeta”, cuya reseña se encuentra en el apartado “Empresas”, sección “Otros” de esta web.
Tras la guerra civil, Segundo Querejeta, reanuda la actividad de los astilleros y, a juzgar por algunos datos que se conocen, lo hizo con fuerza. Por una parte, contrató a Luciano Arriola Trueba, de Pasaia,[xxix] como técnico en la construcción de barcos de madera y, además, según los datos aportados en la solicitud de alta en la delegación del Ministerio de Industria, en diciembre de 1942 contaba con una plantilla de 2 administrativos y 20 obreros varones y con los siguientes elementos de trabajo: 1 regruesadora, 2 sierras de cinta, 2 labras, 1 tupi, 1 taladro, 2 esmeriles, 1 motor de 10 HP y otro de 7,5 HP, valorados en 33.400 pesetas.[xxx]
En esta nueva etapa llegaron a construir unos cuatro barcos: ‘Tauro’ de cabotaje, botado en 1942; ‘Cristo de Medinaceli’, un pesquero de 166 toneladas y 26,40 metros de eslora, también botado en 1942, para la empresa armadora Pesquerías Vascongadas de Pasaia; ‘Isaac’ y ‘Divino Niño’, de los que se desconocen más detalles.
El ‘Tauro’ embarrancó en la playa de Santiago, de Zumaia, el 20 de febrero de 1944, día de carnaval, al arribar al puerto cargado con lingotes de hierro. Se dio la circunstancia de que el patrón del barco era Cruz Chacartegui, natural de Lequeitio, que había ejercido de práctico del puerto de Zumaia hasta 1942 y el contramaestre era Manuel Barinaga-rementeria «Labatxe», natural de Mendexa y vecino de Zumaia.
[i] ZAH, Sig. 112.01.
[ii] AGG, Diputación de Gipuzkoa, Matrícula Industrial de Guipúzcoa año 1920.
[iii] Odriozola, L., (2002). ”Estudio histórico del puerto de Zumaia”, pág. 257.
[iv] ZAH, Sig. 325.09.
[v] ZAH, Sig. 2841, 71V-74V; 2841, 75R-78R y 2841, 84R-87R.
[vi] ZAH. Sig. 318.05
[vii] AHPG-GPAH 2-4527-28
[viii] AHPG-GPAH 2-4499
[ix] AHPG-GPAH-24498_A
[x] Liburuklik, Biblioteca Digital Vasca, Diario “El Noticiero de Bilbao”, 16 de marzo de 1918, pág. 2.
[xi] BNE, Revista “Madrid Científico”, Num. 949, 25 de marzo de 1918, pág. 178.
[xii] AHPG-GPAH-24500_A
[xiii] González Echegaray, R. “Naufragios en la costa de Cantabria (1834-1960).
[xiv] BNE, Diario “El Sol”, de 10 de enero de 1919, pág. 6.
[xv] AHPG-GPAH-24499_A
[xvi] Liburuklik, Biblioteca Digital Vasca, Diario “El Noticiero de Bilbao”, 7 de diciembre de 1918, pág. 1.
[xvii] Imanol Azkue Ibarbia, (2013). “Jose Manuelen ibilerak”, pág. 54.
[xviii] BNE, Mundo Gráfico, 5 de enero de 1919
[xix] BNE, Revista “Vida Marítima”, 28 febrero 1919, pág. 94.
[xx] AHPG-GPAH 2-4527-118
[xxi] AHPG-GPAH-24527_A
[xxii] AHPG-GPAH-24527-116
[xxiii] AHPG-GPAH 2-4527-28
[xxiv] AHPG-GPAH 2-4527-29
[xxv] AHPG-GPAH-24527-118
[xxvi] AHPG-GPAH 2-4527-116
[xxvii] AHPG-GPAH-24499_A
[xxviii] AHPG-GPAH 2-4527-118
[xxix] Información facilitada por Jesús Mari Arriola, nieto de Luciano Arriola.
[xxx] Documento de la empresa, Archivo General de la Administración Pública de la C.A.E.