Resumen: El año 1902 se forma la sociedad Salamanca y Eraso y Compañía, que arrienda la fundición de Arbillaga, creando al año siguiente Eraso y Compañía, Sociedad Mercantil Colectiva. En los inicios, esta empresa, se dedicó trabajos de fundición y al desarrollo de equipos mecánicos. En 1907 pasó a convertirse en Eraso y Compañía, Sociedad Comanditaria y fue orientando su actividad hacia la construcción naval, mediante la fabricación de calderas y máquinas de vapor y la construcción de vapores, barcos propulsados por estas máquinas, bajo la nombre comercial de “Astilleros del Urola”. En 1918, Eraso y Compañía es adquirida por la nueva sociedad Astilleros Eraso, S.A. con sede en Pasaia, siendo su presidente Valentín Orbea Berraondo, industrial y vecino de Eibar. Astilleros Eraso, S.A. llegó a ser el astillero más importante, no solo de Zumaia sino de Gipuzkoa, primero en barcos de pequeño tonelaje y más tarde en buques de mayor tamaño.
Historia: Fue el 14 de julio del año 1902 cuando Juan Gurruchaga Uriarte, José Salamanca Aldaz y Santos Eraso Tirapu acompañado de su padre Luis Eraso Muñagorri, constituyeron la sociedad colectiva Salamanca, Eraso y Compañía, ante el notario de Zumaia, Francisco Otermin Aldaya, para fundición de hierro y otros metales tomando en arriendo los locales de la fundición de José Agustín Arbillaga.
Los Eraso eran oriundos del pueblo navarro de Areso y tanto Gurruchaga, como Salamanca eran vecinos de Zumaia. Posteriormente, se produjo la entrada de nuevos socios, siendo estos Simón Eizaguirre Imaz, vecino de Donostia, y Luis Eraso Muñagorri, según se refleja en la escritura pública, del 5 de julio de 1903, de venta de su correspondiente participación en la sociedad, por parte de Juan Gurruchaga y José Salamanca al resto de socios, entre los que se encuentran Eizaguirre y Luis Eraso.
Unos meses más tarde, el 19 de diciembre de 1903, crean una nueva sociedad mercantil colectiva, denominada Eraso y Compañía, siendo sus socios Santos Eraso Tirapu, torneador ajustador, de 22 años, vecino de Zumaia, Luis Eraso Muñagorri, padre de Santos, capataz, vecino de Areso y Francisco Ostolaza Echave, propietario, vecino de Zarautz. El objeto social es “especular en la industria de fundición y construcción de máquinas y sus anejos”.
Con el fin de ampliar el negocio, se proponen aumentar el capital, liquidando la sociedad colectiva y creando una sociedad comanditaria. Así, el 1 de julio de 1907 liquidan y disuelven la anterior sociedad, creando una nueva, Eraso y Compañía, Sociedad Comanditaria, el 2 de setiembre de 1907, ante el notario Francisco Otermin, incorporando a dos nuevos socios, Jacinto Ezcurdia Lizarraga, médico y Bibiano Olaizola Aldalur, escribiente, ambos vecinos de Zumaia.Tras la muerte de Luis Eraso Muñagorri, el 10 de julio de 1913, su participación pasa a Santos Eraso.
Por real orden de 16 de diciembre de 1912, se otorgó al Ayuntamiento el proyecto de cierre y saneamiento de la marisma de Arbustain. Dicho proyecto tuvo como respuesta el rechazo de la Cofradía de S. Telmo de los Mareantes de Zumaia y de Eraso y Compañía, por entender que perjudicaba a sus respectivas actividades. Ante la decisión del Ayuntamiento de seguir adelante con el proyecto, la empresa, que gozaba de buenas perspectivas de crecimiento, optó por llevar a cabo en Pasaia sus planes de expansión. Así, el 25 de Noviembre de 1915 el Consejo de Administración de la Sociedad General del Puerto de Pasaia (SGPP) recibió una carta de los Sres. Eraso y Cía. de Zumaia, donde se daba cuenta que habían adquirido los talleres y astilleros Karrpard, de D. León Carrasco situadas en Pasai San Pedro, en terrenos de la (SGPP). A su vez se solicitaba la ampliación del contrato de arrendamiento al plazo de 20 años prorrogables por 10 más y el aumento de la extensión arrendada de 3.490 m2 a 4.000 m2. El año siguiente arrendaron los varaderos de costado de la SGPP. Sin embargo, el hacerse con las instalaciones de Pasaia no significó el abandono de los talleres de Zumaia; en ellos se continuó trabajando e incluso se arrendaron más terrenos en Arrangoleta, próximos a la rampa de Arbustain.
El 8 de mayo 1918, Eraso y Compañía fue adquirida por la nueva sociedad Astilleros Eraso, S.A. a cambio de 942.240,02 pesetas, la diferencia entre el activo y el pasivo de la compañía. Esta sociedad estableció su sede en Pasaia, con un capital social de 2.500.000 pesetas, dividido en 5.000 acciones y estuvo presidida por Valentín Orbea Berraondo, industrial y vecino de Eibar. El primer Consejo de Administración estuvo formado por: Valentín Orbea, Presidente; Enrique Martínez, Vicepresidente; Jacinto Ezcurdia, Secretario; y los vocales Santos Eraso, Bibiano Olaizola, Eusebio Aranguren, Juan de Churruca y José Mª Garteiz. La gerencia fue ejercida por Bibiano Olaizola. Así, la sede central se fijó en Pasaia y las instalaciones primitivas pasaron a ser la “Sucursal de Zumaia”. El objeto de Astilleros Eraso, S.A. era la construcción, reparación y carena de toda clase de buques de hierro y madera.
El año 1925 decidieron abandonar las instalaciones de Zumaia. Por una parte, los talleres mecánicos, la calderería y la carpintería se traspasaron a Carmelo Unanue Trueba, cuñado de Santos Eraso, que llevaba dieciséis años trabajando en la los talleres de Zumaia. Y por otra, las instalaciones que tenían en Arrangoleta fueron adquiridas por Zacarías Arrizabalaga y José Mª Olasagasti, que trabajaban en la sede central de Pasaia.
Sin embargo, el abandono de las instalaciones de Zumaia conllevó un largo litigio con el Ayuntamiento por el impago de las rentas de los terrenos arrendados en Arrangoleta y que fueron traspasados en subarriendo a Arrizabalaga y Olasagasti. El conflicto se prolongó tanto, que se complicó con la entrada en liquidación de Astilleros Eraso, no terminando de resolverse hasta 1933 mediante un acuerdo entre el Ayuntamiento y los astilleros Arrizabalaga y Olasagasti.
Astilleros Eraso, S.A. entra en un proceso de liquidación en 1929 y Santos Eraso se traslada a Vigo donde establece una empresa pesquera.
Características y producción: En un principio se instalan en la fundición de José Agustín Arbillaga, desarrollando trabajos de fundición y construcción de máquinaria y reparación de vapores de pesca. Justo antes de transformarse en sociedad comanditaria, contaba entre sus clientes con varias fábricas de cemento, como Gracián Alberdi, Uriarte y Zubimendi, Olaizola y Compañía y Corta y Compañía, el recién establecido fabricante de motores Yeregui y Compañía, con la yutera de José Agustín Arbillaga o el astillero de Pedro Alberdi, y además, la sociedad tenía en propiedad el vapor Ederrena.
La sociedad comanditaria Eraso y Compañía continuó en las citadas instalaciones de Arbillaga. Así, arrendaron el edificio destinado “(…) a taller de fundición de hierro y bronce, y construcción de maquinaria, de 44 m. de longitud por 13 m. de anchura, que lindaba por los cuatro lados con terrenos propios y del municipio, con la maquinaria, transmisiones, cubilotes, motor eléctrico, artefactos, herramientas, etc. por la cantidad de 2.000 pesetas anuales”. A su vez, Arbillaga, que también poseía centrales de producción de energía eléctrica, “(…) queda obligado a suministrar al arrendatario la fuerza motriz que éste solicite para dicho taller, además del fluido eléctrico necesario para las luces, a razón de 1,00 peseta por caballo y día de 12 horas la fuerza motriz, y 1,40 pesetas por mes por cada lámpara de 5 bujías, y a 1,95 pesetas por la de 10 bujías, es decir en las mismas condiciones que suministra actualmente a Eibar”. La duración del contrato era de 15 años a partir del 1 de julio de 1907.
Con la fundición y talleres mecánicos en los edificios propiedad de Arbillaga y las gradas de los astilleros en la dársena de Ondartxo, Eraso y Compañía fue orientando su actividad hacia la construcción naval, adoptando el nombre comercial de “Astilleros del Urola”, mediante la fabricación de calderas y máquinas de vapor y la construcción de barcos propulsados por estas máquinas, conocidos como vapores.
Por Real orden de 22 de diciembre de 1910, dictada por el Ministerio de Fomento, se dispuso que se declarasen habilitados los Astilleros del Urola, de Eraso y Compañía, para construir vapores de pequeño tonelaje, especialmente pesqueros de 10 a 30 Tns, de arqueo. Ese mismo año, los herederos de Pedro Alberdi botaron un vapor de pesca denominado «Urda». Este fue el primer barco de propulsión mecánica construido y equipado en Zumaia, siendo el armador Eraso y Compañía y presumiblemente, provisto con la caldera y la máquina de vapor fabricadas por ésta empresa.
En el amplio membrete de una carta de la sociedad del año 1911 se pueden observar las distintas actividades productivas que desarrollaba la empresa. Entre ellas destacan la ‘Especialidad en vapores de pesca’, la ‘Fundición de hierro y bronce’, los ‘Talleres Mecánicos de construcción, montaje y reparación de maquinaria’ y ‘Constructores de máquinas, calderas y accesorios para vapores de pesca’. Ese mismo año construyeron siete vapores, con un total de 75 Tns.
El 21 de diciembre de 1911 fue concedida una patente de invención a favor de Eraso y Compañía, de una caldera sistema “Dome”, remachada o soldada, con o sin tubos fluses, aplicables a barcos pesqueros.
La producción de barcos fue aumentando, en 1913 botaron diez y seis vaporcitos pesqueros con un total de 250 TRB. Este tonelaje de registro fue doblado en 1914 cuando se alcanzaron las 550 TRB. En esos momentos se constituyó en el principal constructor guipuzcoano de este tipo de embarcaciones y por tonelaje total, con una cuota de mercado del 48,6%.
Un hecho que pone de manifiesto la relevancia que tuvieron estos astilleros en el sector, fue la elección de Eraso y Compañía, como representante de los astilleros guipuzcoanos, para formar parte de un Comité directivo para cumplimentar los acuerdos de la Asamblea de Constructores Navales, celebrada el mes de mayo de 1916, en defensa de las primas a las pequeñas construcciones navales, que facilitaba el Ministerio de Fomento y que fueron suspendidas por real decreto del 14 de abril.
El 28 de julio de ese mismo año, tuvo lugar un conato de incendio en los talleres de Eraso y Compañía. Según una crónica del diario ‘La Constancia’, “(…) fue causado por una chispa que cayó en uno de los transformadores de la fábrica y gracias al rápido funcionamiento de las mangas de riego, el incendio no pasó a mayores” y se añade “Todo el edificio está asegurado en la compañía Sund y las pérdidas se calculan en 2.000 pesetas.” Por otra información, parece que la chispa fue más bien un rayo originado por una tormenta.
En 1918, cuando Eraso y Compañía fue adquirida por Astilleros Eraso, S.A., llevaba construidos un total de 158 vapores. La nueva sociedad, contaba en Pasaia con una capacidad para la construcción y reparación de barcos de 500 Tns. y tenían en proyecto construir cascos de hierro. En esos momentos contaban con una plantilla de 150 trabajadores. En adelante, aunque la sede central se fijó en Pasaia, en Zumaia se siguieron construyendo barcos aunque a menor ritmo; en 1918 fueron once, con 209 TRB y diez barcos y 153 TRB, en 1921.
La tercera década del siglo XX, la empresa entró en un periodo de dificultades debido a la crisis del sector naval, lo que obligó a utilizar sus recursos técnicos y humanos, creemos que sobre todo los de Pasaia, en actividades diferentes a las habituales. Así, llegaron a construir un puente para el rio Tajo, de 170 Tns. de peso y una tubería para un salto de agua, de 100 Tns., así como apisonadoras de 10 a 12 Tns. tras ganar un concurso convocado por la Dirección General de Obras Públicas.
Motivado por la pretensión de la empresa de establecer la jornada de nueve horas y disminuir los jornales en un 13%, los obreros de Pasaia se declararon en huelga el 21 de febrero de 1923. Se desconoce si afectó a la sucursal de Zumaia.
El “Octubre”
Aunque no tenemos el dato preciso, nos inclinamos a pensar que el barco “Octubre» fue construido por Astilleros del Urola. Fue botado en 1918 en Zumaia, en la zona de Arrangoleta, según lo atestiguan las fotos de su botadura. Era un barco de carga que perteneció a los astilleros Eraso hasta 1928, en que pasa a propiedad de Antia y Echaniz, armadores de Zumaya. En uno de sus viajes, cuando iba de Zumaia a Avilés, cargado de cemento, bajo el mando de José Miguel Antia y con una dotación de cuatro hombres, después de haber entrado en arribada en Santander, el domingo 12 de octubre de 1930, decidió salir, a eso de las 7:30 de la tarde, juntamente con el velero ‘Lea’, con la mala fortuna de ser abordado por el ‘Cabo de Creus’, de la Compañía Ibarra, por el costado de babor. La tripulación se salvó, excepto el patrón, Jose Miguel Antia, de 58 años; los tripulantes fueron recogidos en unos botes del vapor ‘Lea’. El barco se hundió de inmediato. El cadáver de Antia apareció el día 13 en la playa de Latas, al parecer debió morir aplastado en el puente de su buque a juzgar por las lesiones que presentaba en la cabeza. El barco fue rescatado y transformado en la gabarra Alberto nº 1, pero el año 1933 fue comprado por el armador Cruz Chacartegui, de Lequeitio, que lo transformó en el costero ‘Oleta’. La mala suerte también persiguió al “Oleta”, pues se perdió el 6 de septiembre de 1972 en Punta del Hidalgo, cuando navegaba de Santa Cruz de Tenerife a Las Palmas. Señalar, también, que otro zumaiarra que navegó en el ‘Octubre’ fue Juan Cruz Unanue Uranga.
2 Comentarios a Astilleros Eraso, S.A.
MALVEIRA | Vida Marítima dice:
[…] SALVORA, VALENTIN y WENCESLAO. Hoy veremos uno de los pequeños; el MALVEIRA. Construido por los Astilleros Eraso, de Pasaia, en el año 1919, su registro bruto era de 442 toneladas (pienso que debía ser su peso […]
BIBIANO OLAIZOLA Y COMPAÑIA. LA TRAGEDIA DEL ERNIO | Vida Marítima dice:
[…] Olaizola Aldalur (1884-1956) fue socio en Eraso y Compañía, Sociedad Comanditaria y, posteriormente, llego a vicepresidente y gerente en Astilleros Eraso S.A., empresa de la que […]