Resumen: Alberdi y Compañía fue un importante astillero, sobre todo en las dos primeras décadas del siglo XX, dedicado a la construcción de cascos de madera. Las antecedentes de este astillero, son de 1910 y es el 30 de mayo de 1918 cuando fue constituida la sociedad regular colectiva Alberdi y Compañía por los hermanos Julian y Acisclo Alberdi junto a otros seis socios. Su actividad cesó a finales de los años 20.
Historia: Los socios de la empresa Alberdi y Compañía fueron los hermanos Julian y Acisclo Alberdi Echezarreta, conocidos con el sobrenombre ‘Txulo’ y nacidos en Zumaia el año 1881 y 1882 respectivamente.
Los hermanos Julián y Acisclo Alberdi Echezarreta, conocidos con el sobrenombre ‘Txulo’, nacieron en Zumaia el año 1881 y 1882 respectivamente. El oficio les venía de su padre, José Miguel Alberdi Soraluce, natural de Getaria, que ya figuraba en la lista de contribución industrial de Zumaia 1883-84, como ‘constructor de lanchas’ y el año 1899 como ‘Maestro calafatero’. José Miguel era primo del padre, del también constructor de barcos de Zumaia, Pedro Alberdi Aguirrezabalaga y el año 1898 era concejal del ayuntamiento de Zumaia y encargado de la grúa del muelle.
Ya el año 1910 tenemos noticias de las actividades de construcción de cascos de madera de los hermanos Alberdi, que con el paso del tiempo se fueron potenciando, especialmente las dos primeras décadas del siglo XX. Si bien, es Julian el que figura en los primeros documentos en calidad de representante de la empresa, llama la atención el hecho de haber encontrado dos sellos diferentes a título individual, uno a nombre de Julian, como ‘constructor’ (se sobreentiende de barcos) y otro a nombre de Acisclo Alberdi, como ‘constructor de botes, canoas y motores’.
El 30 de mayo de 1918 fue cuando se constituyó la sociedad regular colectiva denominada Alberdi y Compañía, siendo socios Cosme Iraundegui Aizpurua, corredor marítimo, vecino de Zumaia; Julian y Acisclo Alberdi Etxezarreta, carpinteros, vecinos de Zumaia; Rafael Yanke Murueta, del comercio, vecino de Bilbao y sus hermanos German y Luis; Julio Egusquiza Ameztoy, propietario, natural de Bilbao y vecino de Zumaia, y Guillermo Ibañez Garcia, escribiente, vecino de Bilbao. El objeto de la sociedad es la construcción y reparación de buques en general. Para la dirección y administración de la sociedad se designa a Cosme Iraundegui y Guillermo Ibañez. El capital social ascendía a 150.000 pesetas.
Aunque no se conoce con exactitud, debió ser entre 1928-1930 cuando cesó la actividad de la empresa.
Características y producción: Según la información recogida en ‘El estudio histórico del puerto de Zumaia’, de Lurdes Odriozola, el año 1911, en este astillero se construyeron tres veleros con un total de 7,8 toneladas. Otra referencia sobre su actividad la encontramos en una crónica periodística de 1916, que dice “Se está construyendo otro vapor en los talleres de don Julián Alberdi”.
Con motivo de haber adquirido el compromiso de ‘construir un buque de unas 200 toneladas y con idea de construir otros’, en escrito con fecha 15 de marzo de 1918 y dirigido al ayuntamiento por Julian Alberdi, solicita adquirir en arriendo 2.000 m2 de terreno en la manzana E, del ensanche de Arrangoleta, al lado de los de Querejeta e Hijos, aunque manifiesta el deseo de ocupar los terrenos de las manzanas C y B, si no se firma el contrato con Castrillo y Cía. Probablemente, las condiciones propuestas por el ayuntamiento no debieron satisfacer a Alberdi y Compañía, decidiendo finalmente instalarse en la zona de Santiago, junto al estribo derecho del puente del rio Urola, donde ya se encontraban en 1919, año en el que botaron el barco-velero ‘Nª Sª de Arritoquieta’, que lamentablemente, tuvo una vida efímera al perderse en su primer viaje. Además de las instalaciones del astillero, primero en Arrangoleta y más tarde en la zona de Santiago, tuvieron un pequeño taller en el sótano de la casa Txulo, en la calle Etxezarreta.
Entre los planos de diferentes embarcaciones, facilitados por familiares de los Alberdi, se encuentra el de una trainera de 12 metros de eslora, 1,88 de manga y 0,68 de puntal, con un peso de 585 kgs. de la que se hicieron seis unidades para las regatas de Bilbao del año 1919, por encargo de la organización, en las que participó una tripulación zumaiana. Aunque no se dispone de más información sobre los barcos construidos, los planos antes citados corresponden a diversas embarcaciones, desde canoas de vigilancia hasta pesqueros de 32 metros de eslora, todas ellas de madera, que dejan entrever la importancia de estos astilleros. En el plano de una canoa especial de vigilancia de pesca, se puede apreciar que se iba a instalar un motor semi-diesel de 40 HP, marca ‘Yeregui’, de Yeregui y Compañía.
El año 1924, según los datos facilitados por la propia empresa en la encuesta de producción industrial realizada por la Diputación de Gipuzkoa, el astillero tenía una plantilla de 10 obreros y 2 patronos.
En la Feria de Industrias del Mar celebrada en Donostia el año 1928, se expuso una gasolinera de pesca y recreo construida y equipada completamente por empresas de Zumaia: el casco de madera por Alberdi y Compañía y el motor de Yeregui y Compañía, que llevaba incorporado el aparato gasificador, marca ‘Gevsa’, que sería fabricado por la empresa Askar a partir del año siguiente, precisamente en los talleres adquiridos a Yeregui y Compañía. Es una buena muestra de las oportunidades de colaboración y generación de sinergias que ofrecía la industria de Zumaia, al combinar las capacidades de los astilleros con las de las fábricas de motores.