Resumen: Empresa creada el 4 de mayo de 1919 que se dedicará a la construcción y reparación de maquinaria en general y, en especial, a la construcción de máquinas marinas y vapores de pesca. La sociedad se disolvió el 11 de febrero de 1921, dos años después de su creación y justo cuatro días después de la constitución de la S.A. Balenciaga; empresa que dió continuidad a la actividad de Balenciaga y Compañía.
Historia: El 4 de mayo de 1919 y ante el Notario de Zumaia, Fermín San Julián y Zozaya, nace Balenciaga y Compañía, Sociedad en Comandita. El objeto social de esta nueva empresa “será el de dedicarse a la construcción y reparación de maquinaria en general y en especial a la construcción de máquinas marinas y vapores de pesca”.
En sus inicios, los socios colectivos fueron: José Miguel Balenciaga e Irigoyen, soltero, delineante; Valentín Aguirrezabalaga e Irigoyen, casado, ajustador; Victoriano Arrate y Loyola, casado, contable; Benigno Arrieta y Larrañaga, casado, contable, y Bernabé Balenciaga e Irigoyen, soltero, ajustador. Los socios comanditarios son: Bonifacio Ramón Gómez y Garín, soltero, mecánico; Antonio Unamuno y Larrañaga, soltero, jornalero, vecino de Vergara; José Manuel Urbieta e Irigoyen, soltero, mecánico; Pedro Aguirrezabalaga e Irigoyen, soltero, carpintero; Juan Arrate Ormazabal; Teodoro Martinez Arrate, y Ramón Arrate Loyola. La administración y gerencia fueron encomendadas a Benigno Arrieta en calidad de apoderado administrativo y a José Balenciaga en calidad de apoderado técnico. El 20 de junio de 1920 se incorporan a la empresa como socios Ysidro Gaztañaga, Tiburcio Egaña y Francisco Sanz del Rio. Poco más tarde, el 14 de agosto del mismo año, se produce la sustitución del socio Tiburcio Egaña, por Gabriel Betondo y Osteche, persona relevante en la futura S.A. Balenciaga.
La sociedad de disolvió el 11 de febrero de 1921, justo cuatro días después de la constitución de S.A. Balenciaga, que dará continuidad a la actividad emprendida por Balenciaga y Compañía.
Características y producción: A lo largo de su corta vida, su actividad se centró en la construcción de máquinas de vapor y de al menos dos remolcadores y para sus talleres utilizaron, en arriendo, locales de la yutera de Arbillaga.
Es escasa la información disponible sobre la actividad desarrollada por la empresa. Hay constancia de la construcción de máquinas de vapor y de al menos dos remolcadores. Existe una referencia expresa a estas dos embarcaciones en el balance de situación del 10 de enero de 1921.
Esta empresa que comenzó su andadura con un capital social de 90.500 ptas, en el momento de su disolución contaba con un activo de 275.501,65 pesetas y unos beneficios de 34.926,56 pesetas.