Construcción naval
Las raíces de la construcción naval en Zumaia
La actividad de los astilleros ha ocupado un lugar relevante en la economía y la historia de Zumaia. Aunque prácticamente apenas quedan restos de patrimonio tangible, son numerosas las muestras y referencias documentales encontradas que constituyen un valioso patrimonio intangible, que tratamos de preservar y difundir.
Mención aparte merecen los Astilleros Balenciaga, que mantienen su actividad como constructores de buques de acero, tras más de 90 años de existencia, siendo la empresa decana de Zumaia.
La presencia de astilleros en Zumaia es incluso anterior a la fundación de la villa, tal y como se desprende de una intervención arqueológica realizada el año 2005, con el descubrimiento de un interesante conjunto de maderas relacionadas con la construcción naval, alrededor de lo que fue la pequeña ensenada situada en la zona de Ondartxo, en las proximidades del comienzo de la actual calle San Telmo.
Una de las épocas doradas de la construcción naval de Zumaia se da a partir de 1540 –en 1574, (…) en las gradas de Zumaia se produjeron cuando menos 24 embarcaciones de diversos portes (20 chalupas y 4 naos)”–, gracias al impulso del comercio con las Américas. Se construían sobre todo embarcaciones de tamaño pequeño-mediano, para pesca, cabotaje, transporte de hierro y productos de ferrerías.
“Todo indica que hasta el último tercio del XVI los astilleros de Zumaya, Deva y Motrico fueron los principales centros de construcción de navíos de Gipuzkoa, tanto por el número de gradas instaladas en sus orillas como por el volumen de su producción. En este período, estas instalaciones navales se caracterizaron por orientar su producción a satisfacer las necesidades de los comerciantes, pescadores y, de forma subsidiaria, la Corona.”
El conocido informe de Cristóbal de Barros al rey Felipe II en 1588 cita también a Zumaia, diciendo que podría aportar dos nuevos navíos para la Armada Real y Lope Martínez de Isasti escribía sobre los astilleros de Zumaia en 1625, que fabricaban “navíos y galeones, por tener buena comarca de materiales”, y ponía como ejemplo de su producción a la Capitana Real, conocida por su expedición a China.
En los años de máximo florecimiento de aquella época la industria naval de Zumaya contó, cuando menos, con once astilleros. En las orillas del Urola estaban los de Oiquina, Escasabel, Gorostiaga, Bedua, Goyburu y Dormintegui, todos ellos privados. Y en las riberas de su Puerto, el Astillero Mayor, Ribera, Arranoleta o Arrangoleta, Santiago y Zubiaurre, los cinco de carácter municipal.
El resurgimiento del siglo XX
Pero a partir del último cuarto del siglo XVII decae drásticamente la actividad del sector y es en los umbrales del XX, cuando gracias al impulso de la industria cementera de la zona, el puerto es declarado de “interés general de segundo orden” dando lugar al renacimiento de la construcción naval.
Surgen así, los primeros constructores de la era de la industrialización de Zumaia:
- Pedro Alberdi
- Querejeta e Hijos
- Eraso y Compañía-Astilleros del Urola
- Irureta y Esnal
- Domingo Arambarri
- Alberdi y Compañía
Los astilleros, todos ellos construían barcos de madera, seguían siendo todavía simples gradas y rampas ocasionales, con algún cobertizo para guardar el material. Se situaban principalmente en la zona de Ondartxo y en Arrangoleta, así como en el área próxima a Santiago, en la zona donde se ubica actualmente Astilleros Balenciaga.
La coyuntura de la Primera Guerra Mundial y años posteriores, permite consolidar el mercado de algunos de los anteriores astilleros y el nacimiento de otros nuevos:
- Ajuria, Yeregui y Compañía
- Balenciaga, S.A. (el único en activo)
- Carmelo Unanue
- Arrizabalaga y Olasagasti
- La Constructora Metálica, S.L.
- Lasquibar y Galarraga (más tarde Galarraga y Urbieta)
- Julian Aizpurua (más tarde José Mª Egaña)
La variedad de embarcaciones construidas es más amplia: de recreo, traineras, pesca de bajura y altura, para vigilancia de pesca, de pasajeros o de cabotaje. A partir del año 1928 comienzan a construirse cascos de chapa, siendo pionera Balenciaga S.A.
Es digno de mención el proyecto de instalación, en Arrangoleta, de un astillero de buques de hormigón armado, del año 1918, de la Sociedad Construcciones Navales de Hormigón Armado, de Bilbao, aunque no llegó a materializarse.
La severa crisis económica padecida en la década de los 30, provocada por la Gran Depresión de 1929 y agravada por el levantamiento franquista que desembocó en la Guerra Civil 1936-1939, tuvo sus consecuencias en la construcción naval de Zumaia con el cierre de varios de los astilleros, logrando sobrevivir Balenciaga, S.A., Arrizabalaga y Olasagasti, y Lasquibar y Galarraga. A comienzos de la década de los 40 se crea el astillero de Julian Aizpurua, mientras Carmelo Unanue abandona esta actividad para centrarse en la fabricación de motores diesel marinos.
A continuación algunos datos de la producción de los astilleros, entre 1940 y 1968.
Producción de las empresas navales de Zumaia en las décadas 40, 50 y 60
* Sin contabilizar las toneladas de tres gabarras metálicas construidas entre 1957-59 |