Resumen: Bernabé Apestegui Sanz, establece una fundición de hierro en Zumaia, el año 1920. Fue la primera empresa de la villa dedicada, exclusivamente, a la fundición de hierro. A la muerte del fundador, sus hijos dieron continuidad a la actividad. La empresa cambió dos veces de ubicación, siendo la última en las proximidades del caserío Otalora, más conocido como Sagarbide. Hacia finales de la década de los 70 cesó su actividad.
Historia: Bernabé Apestegui Sanz, (Burgos 1879-Zumaia 1945), establece una fundición de hierro, en Zumaia, el año 1920[1], en un local de Victoriano Zelaia, junto al comienzo del camino de Itzurun.
Tras finalizar la guerra civil, el año 1940, se traslada a la calle Etxezarreta, 5,[2] al lado de la empresa de Otto Holke, siendo el encargado de la fundición Simón Aizpurua Albizuri, marido de Teodora Apestegu Arrese, hija de Bernabé.
A la muerte del fundador el año 1945, la titularidad de la empresa pasó a Ascensio Apestegui Arrese, hijo de Bernabé y después, en una fecha anterior a 1957, a la hija Magdalena Apestegui Arrese[3].
El 24 de noviembre de 1958, José Ignacio Apestegui Arrese, hijo de Bernabé, en representación de Apestegui-Fundición de Hierro, siendo titular Magdalena Apestegui Arrese, solicita al Ayuntamiento permiso para la construcción de un pabellón en la zona industrial de las inmediaciones del caserío Otalora[4], más conocido como Sagarbide. Pero el 13 de diciembre de 1960, el Tribunal Económico-Administrativo Provincial de Guipuzkoa solicitó por escrito al Ayuntamiento de Zumaia informe sobre la fecha en que fue concedida la licencia municipal de apertura del establecimiento industrial y si al conceder tal licencia lo calificó como incómodo, insalubre o peligroso.[5]
Siete días después, en respuesta al anterior escrito, el alcalde comunica que no había sido solicitada la licencia municipal para la apertura del establecimiento industrial denominado «Apestegui-Fundición de Hierro» y que por tanto no fue calificado como incómodo, insalubre o peligroso. Suponemos que se resolvió el asunto de manera favorable para la empresa, pues siguió funcionando con normalidad.
A finales de la década de los 70 cesa su actividad y el 15 de octubre de 1980, se hizo público en el BOE un edicto del Juez de Primera Instancia número 2 de Donostia, para sacar a la venta en subasta pública el pabellón de la fundición y dos viviendas anejas, por reclamación de la Caja de Ahorros Municipal de San Sebastian, a Magdalena Apestegui Arrese, como titular de la empresa, por la deuda pendiente. El edificio estaba construido sobre una finca de 1.200 m2.[6]
Características y producción:
La actividad de la empresa, como se ha dicho anteriormente, estuvo centrada en la fundición de hierro, siendo la primera de Zumaia con dedicación exclusiva a dicha actividad.
Según las estadísticas de producción industrial de la Diputación de Gipuzkoa del año 1923, disponía de un edificio cubierto de 330 m2 y produjo 25.000 kgs. de hierro fundido para Gipuzkoa y 13.000 kgs. para el resto del Estado.[7]
En una factura de la empresa, emitida en la mitad de la década de 1930, se puede leer su oferta: “Confección, mediante modelos, de toda clase de piezas de maquinaria, cerrajeria, ferretería, fumistería, etc., etc. – Especialidad en la fabricación de planchas de mano”.[8]
Como consecuencia de la guerra de 1936 sufrió la paralización de la actividad, habiéndose quedado sin obreros, algunos de los cuales se ausentaron del pueblo, otros fueron militarizados, movilizados, etc., estando entre estos últimos su hijo y administrador, Cruz Apestegui Arrese (que falleció el mismo año 1936). A lo que se le añadió la paralización de los principales clientes. Terminada la guerra, el 8 de agosto de 1939, solicita ante la Delegación de Industria la autorización necesaria para reanudar la actividad.[9]
Contaba con un cubilote de 1 m. de diámetro exterior y 0,50 m. de diámetro interior, con una altura de toberas de 0,50 m., un ventilador, un molino para arenas, dos piedras de esmeril y el herramental de cajas de moldeo. Preveía una producción de 40.000 kgs. anuales.[10]
A mediados de la década de 1950, fundían, mayormente, piezas para los motores que fabricaba Carmelo Unanue con licencia de Modaag Krupp y en menor medida algunas piezas para Otto Holke, fabricante de fresadoras.[11]
El año 1959 se instala en la zona de Sagarbide, con un nuevo pabellón de fundición junto a dos viviendas anejas, donde continuó durante otros veinte años hasta el cese de la actividad.
Según los datos recopilados, la plantilla de personal era de 6 obreros el año 1923, 5 en 1932 y 4 oficiales, 3 aprendices y 1 peón en 1939 y un total de unos 10 trabajadores en la década de los 40.
[1] AGG-GAO. Archivo General de Gipuzkoa. Matricula Industrial de la Diputación de Gipuzkoa de 1920.
[2] ZUA. Zumaiako Udal Artxiboa. Sig. 312.09
[3] ZUA Contribución industrial año 1957
[4] ZUA Sig. 737.01
[5] ZUA Sig. 355.03
[6] B.O. E.- Num. 272 del 12 -11-1980
[7] AGG-GAO
[8] Documento cedido por Arantxa Aizpurua Zinkunegi.
[9] AGAP-CAE. Archivo General de la Administración Pública de la Comunidad Autónoma de Euskadi
[10] Ibidem.
[11] Información facilitada por Jesus Betelu, trabajador de la empresa en aquel tiempo.