Resumen: Pedro Alberdi se dedicó tanto a la construcción de nuevas embarcaciones como a tareas de calafateado. Fue uno de los precursores de la construcción naval contemporánea de Zumaia. Su astillero estuvo localizado en terrenos de Arrangoleta e Iturtxo y desarrolló su actividad, al menos, entre 1883 y 1908, año en el que falleció. Sus herederos cumplimentaron los pedidos que dejó pendientes, el año 1910.

Historia: Pedro José Alberdi Aguirrezabalaga, nació en 1851, en Getaria. Su padre era de Getaria y la madre de Zumaia. Fue uno de los precursores de la construcción naval contemporánea de Zumaia, figura en la lista de la contribución industrial de 1883-84 como ‘Constructor de lanchas’

luxiano-alberdi-001 y se dedicó tanto a la construcción de nuevas embarcaciones como a tareas de calafateado. Tras su fallecimiento en el año 1908 fueron sus herederos quienes se encargaron de cumplimentar los pedidos que dejó pendientes. Su único hijo varón, Luciano, al quedarse huérfano a los 13 años, tuvo que ir a vivir con otras familias a Pasai Donibane, Pasai San Pedro y Orio. Despues de trabajar como asalariado en diferentes carpinterías y astilleros, abrió un astillero en colaboración de sus tres hijos varones en Errenteria; que sería conocido como el Astillero Luxiano.

Características y producción: La primera referencia que disponemos de un barco construido por Pedro Alberdi es de finales de 1891, cuando estaba terminando de construir “un buque para una casa armadora de esta villa (se refiere a Zumaia) y llevará aparejo de pailebot y tendrá 90 toneladas de porte

A principios de 1894, construyó el pailebot “San Juan Bautista”, encargado por Tiburcio Beobide Echaniz, profesor de profesión, como único armador. Tenía 23 toneladas de carga, según arqueo, ascendiendo su coste, incluido el aparejo, a 9.000 pesetas.

El mismo año de 1894 construyó la balandra “Purísima Concepción”. El casco era de madera de roble, de 19,63 m. de eslora, 4,47 m. de manga y 1,65 m. de puntal, de 23,80 toneladas, siendo los propietarios José Luis Corta, Estanislao Echave, ambos socios de Corta y Compañía, y Santiago Beristain, todos ellos vecinos de Zumaia.sada_ex-nuevo-julian-1905_construido-en-zumaya

Seguramente, el autor de una crónica publicada en agosto de 1897 en un diario donostiarra, se refería a Pedro Alberdi cuando escribía que “(…) no lejos de la fábrica de yutes que se está construyendo en el muelle, está el astillero del que puede decirse que tuvo un origen humildísimo y que ahora va desarrollándose y poniéndose en condiciones de no ser una cosa de menor cuantía. Comenzó por construir lanchas y lanchones de esos que se conocen con el nombre de pleiteros (lanchas fleteras) y que ahora van pasando ya casi a la historia; más tarde emprendió con embarcaciones de tonelaje más respetable y ahora está dando los últimos toques a un barco que será de lo mayorcito que se mete por estos contornos”.

Parece muy probable que el mencionado barco fuese el “San Telmo”, construido por Pedro Alberdi para la fábrica de cemento Corta y Compañía, cuya botadura tuvo lugar el 24 de diciembre, de 1897, según se relata en otra crónica del precitado diario, donde se dice que eraastilleros-ondartxo-zumaia-001-2w “(…) la embarcación mayor que se ha construido en estos astilleros; embarcación, según dicen los técnicos, de muy buenas condiciones marineras.” La botadura se verificó sobre las tres y media de la tarde, siendo el párroco D. Manuel G. de Beovide el encargado de la bendición del barco.» El cronista, refiriéndose a Pedro Alberdi dice “(…) quien con aspiraciones modestísimas ha conseguido establecer en este puerto una pequeña industria, que quizá llegue a alcanzar el día de mañana suma importancia.

En una posterior crónica del citado diario se dan las características del “San Telmo”: “Tiene una quilla de 73 pies, manga 22 pies y 3 pulgadas, y puntal de 10,50 pies. El aparejo será de goleta.”

El 20 de diciembre de 1899, Pedro Alberdi solicita permiso, a la ‘Comisión provincial de Guipuzcoa’, “para trasladar el astillero de Arrangoleta al terreno saneado que se halla junto al estribo derecho del puente sobre el río Urola. Pero no debió producirse dicho cambio de ubicación puesto que el mes de enero de 1901 solicitó al ayuntamiento “autorización para trasladar la tejavana de su propiedad existente en su antiguo astillero de Arrangoleta a los terrenos saneados que existen entre la escollera y Camino del Faro, para emplazar nuevo astillero”. Según figura en el acta de la reunión del cabildo municipal del 31 de enero de 1901 «La Comisión de Obras designa el lugar, marcado con estacas, donde debe trasladarse la tejavana del constructor de barcos Dn. Pedro Alberdi, en los terrenos saneados de Iturcho; decir que cuando al Ayuntamiento le convenga librar dicho terreno, el Sr. Alberdi levantará a sus expensas el terreno« 

En una fecha anterior al 31 de julio de 1903, Pedro Alberdi construyó un vaporcito de pesca con el nombre “Zumaya número uno” por encargo de Tomás Eizaguirre Echave, Lino Ostolaza, José Antonio Echave y Cipriano Oliden, cediendo el primero de éstos la mitad de su participación a favor de Gracián Alberdi Aranguren, según consta en la escritura pública otorgada ante el notario de Zumaia, Francisco Otermin, en la fecha señalada.xx-1910_urda-agian

Asimismo, el 15 de enero de 1903, fue botado al agua en estos astilleros la goleta de nombre “Piedad”, siendo escriturada, el 21 de agosto del mismo año, su venta en la misma notaría de Zumaia, por parte de Pedro Alberdi, a José María Olaizola Echave que actuaba como apoderado de Remigio de Alzaga y Arruza, de Bilbao.

El año 1908 construyó dos barcos de 2,52 toneladas y realizó el carenado de otras diez embarcaciones que hacían un total de 754 toneladas. Tras el fallecimiento de Pedro José Alberdi sus herederos se encargaron de cumplimentar los pedidos que dejó pendientes y así el año 1910 botaron el barco denominado ‘Urda’, de 9,04 toneladas, el primero construido en Zumaia de propulsión mecánica,probablemente equipado con una máquina de vapor de Eraso y Compañía, ya que era ésta la empresa armadora.

 

Notas:
1. ZAH. Sig. 138.01
2. Aguirre Sorondo, A., (1997): “Los astilleros guipuzcoanos”, Eusko Ikaskuntza, págs. 172-174
3. Diario “La Voz de Guipuzcoa”, Donostia, 16 de noviembre de 1891.
4. GPAH24034
5. Figura en el testamento de José Luis Corta, otorgado el 26 de abril de 1895, ante el Notario de Zumaia, Francisco Otermin. AHPG
6. “Las lanchas fleteras vascas nacen de la adaptación de las lanchas de pesca para el transporte. Durante siglos, y hasta la desaparición de ambas a raíz de la motorización, han compartido la misma tipología. La lancha fletera difería por disponer de un espacio interior despejado de bancadas para facilitar la estiba. Por otro lado, en muchos casos también solían ser de mayor arqueo, aunque eran tripuladas por unas cinco personas aproximadamente.”  Agote Aizpurua, X. (2009): “Gure itsasontziak”. Bertan 23
7.  Diario  “La Unión Vascongada”, Donostia,16 de agosto de 1897
8. Diario  “La Unión Vascongada”, Donostia, 28 de diciembre de 1897
9. Diario  “La Unión Vascongada”, Donostia, 5 de enero de 1898
10. ZAH, Sig. 64.11
11. ZAH, SIG. 2829, 71R-72R
12. ZAH, SIG. 2829, 80R-81R
13. GPAH24368_A_080
14. El buque fue “(…) arqueado por el perito arqueador de la Provincia marítima de San Sebastian, D. Sebastián Camio (…)”  y sus dimensiones eran las siguientes: 23,61 metros de eslora, 6,66 metros de manga y 2,83 metros de puntal. Tenía un tonelaje bruto de 99,03 toneladas y el aparejo era de goleta de dos palos, a vela. “El coste del buque con su aparejo velamen, pertrechos y demás efectos que tiene asciende a cuarenta y siete mil quinientas setenta y cinco pesetas (…)”. GPAH24368_A_095
15. Odriozola, L. (2002): “Estudio histórico del Puerto de Zumaia”, pág. 256
ZAH. Sig. 138.01
Aguirre Sorondo, A., (1997): “Los astilleros guipuzcoanos”, Eusko Ikaskuntza, págs. 172-174
Diario “La Voz de Guipuzcoa”, Donostia, 16 de noviembre de 1891.
GPAH24034
Figura en el testamento de José Luis Corta, otorgado el 26 de abril de 1895, ante el Notario de Zumaia, Francisco Otermin. AHPG
“Las lanchas fleteras vascas nacen de la adaptación de las lanchas de pesca para el transporte. Durante siglos, y hasta la desaparición de ambas a raíz de la motorización, han compartido la misma tipología. La lancha fletera difería por disponer de un espacio interior despejado de bancadas para facilitar la estiba. Por otro lado, en muchos casos también solían ser de mayor arqueo, aunque eran tripuladas por unas cinco personas aproximadamente.”  Agote Aizpurua, X. (2009): “Gure itsasontziak”. Bertan 23
 Diario  “La Unión Vascongada”, Donostia,16 de agosto de 1897
Diario  “La Unión Vascongada”, Donostia, 28 de diciembre de 1897
Diario  “La Unión Vascongada”, Donostia, 5 de enero de 1898
ZAH, Sig. 64.11
ZAH, SIG. 2829, 71R-72R
ZAH, SIG. 2829, 80R-81R
GPAH24368_A_080
El buque fue “(…) arqueado por el perito arqueador de la Provincia marítima de San Sebastian, D. Sebastián Camio (…)”  y sus dimensiones eran las siguientes: 23,61 metros de eslora, 6,66 metros de manga y 2,83 metros de puntal. Tenía un tonelaje bruto de 99,03 toneladas y el aparejo era de goleta de dos palos, a vela. “El coste del buque con su aparejo velamen, pertrechos y demás efectos que tiene asciende a cuarenta y siete mil quinientas setenta y cinco pesetas (…)”. GPAH24368_A_095
Odriozola, L. (2002): “Estudio histórico del Puerto de Zumaia”, pág. 256